EL PRIMER PASO HACIA LA VICTORIA



ROMPEHIELO: Cuando eras niño, ¿alguna vez hiciste una rabieta?, ¿o quisiste algo que sabías que tus padres no querían que tuvieras?
En este estudio aprenderemos que para mantenernos firmes como cristianos, es necesario morir a los malos deseos y obedecer al llamado del Espíritu.
Pasaje: Gálatas 5:16-18
Vs. 16 La frasea “ANDEN por el…” denota una orden y con vigor, En el Espíritu “y no…” (Gr. Oú – negación absoluta, de ninguna manera jamás), “cumplirán” (futuro), los deseos de la carne. ¿Por qué crees que un hijo(a) desobedece a sus padres?
Si fuéramos cuidadosos para actuar bajo la dirección y el poder del Espíritu Santo, esa naturaleza corrupta que queda en nosotros, no tendría dominio sobre nosotros, y no tendríamos problemas para obedecer.
Vs. 17. El deseo de la carne es contra el Espíritu, y del Espíritu es contra la carne. ¿Qué es lo que desea tu carne? Versus ¿qué es lo que desea el Espíritu?
Es indiscutible, nuestra carne desea el pecado, siempre tenderemos a optar por lo malo, y si aún los hombres hicieran buenas obras, esas se ven manchadas por el orgullo de realizarlas para satisfacer su propio deseo de vanagloria, por lo tanto mantenemos la esclavitud de pecado en un círculo vicioso. El Espíritu en cambio, desea mantener la libertad y de actuar en libertad, y esa libertad significa tener la CAPACIDAD de resistir el deseo de pecado y de realizar obras buenas en completa humildad.
Rom. 7:7-25 ¿alguna vez has luchado contigo mismo, como lo hizo Pablo?
El cristiano tiene dos capacidades que compiten dentro de él: la antigua capacidad para pecar y la nueva capacidad para resistir el pecado.  El inconverso no tiene esa competencia en su interior; él no tiene la capacidad para la santidad porque él sólo tiene la naturaleza de pecado Eso no quiere decir que no puede hacer "buenas obras", pero su motivación para esas obras siempre está manchada por su pecado. Además, él no puede resistir el pecado porque no tiene la capacidad para no pecar
Vs. 18. “Pero si son guiados por el Espíritu no están bajo la Ley” ¿alguna vez soñaste con tener súper-poderes?
Spiderman: le picó una araña para tener sus superpoderes
Hulk: tuvo un “accidente” en su laboratorio y se llenó de radiación
Capitán América: por pruebas científicas, lo convirtieron en un súper hombre.
Todos los súper héroes tienen algo que influenció a tener una “nueva vida”. El Espíritu Santo, es esa influencia en el cristiano. Gracias a él tenemos súper poderes, la única condición para usar esos súper poderes es llenarnos de Él.
La capacidad del creyente para la santidad por medio de la obediencia
El creyente, a diferencia del incrédulo, tiene la capacidad para la santidad, porque el Espíritu de Dios vive dentro de él. Él todavía tiene la capacidad para el pecado, pero ahora tiene la capacidad de resistir el pecado y, lo que es más importante, el deseo de resistir y vivir piadosamente.
En el momento de la conversión, el cristiano recibe una nueva naturaleza. Es instantáneo. La santificación, por otro lado, es el proceso por el cual Dios desarrolla nuestra nueva naturaleza, lo que nos permite crecer en santidad con el tiempo.
Vs. 19-23 ¿qué nos muestran los deseos de la carne y qué nos muestra el fruto del Espíritu?
DESEOS DE LA CARNE
FRUTO DEL ESPÍRITU
Inmoralidad sexual
Amor
Impureza y libertinaje
Gozo
Sensualidad
Paz
Idolatría
Paciencia
Hechicería, brujería
Benignidad
Enemistades
Bondad
Pleitos
Fidelidad
Celos
Mansedumbre
Enojos
Dominio propio
Rivalidades

Disensiones

Herejías

Envidias

Borracheras

Orgías

Los deseos de la carne muestran nuestra rebeldía delante de Dios, muestran que no hay nada bueno en nosotros que Dios pueda ver
Los frutos del Espíritu muestran las características de Dios mismo, la vida de Cristo. Los frutos del Espíritu, muestran que podemos alcanzar la estatura de Cristo

Vs. 24-25. ¿Qué pensarías de aquel enfermo que sanó, pero sigue en el hospital?
Su recaída es indudable, no hay razón de que una persona sana, esté internado en el hospital, tiene que salir de ahí y cuidarse para no enfermar de nuevo, tomar vitaminas, comer sano, hacer deporte, etc. Para no volver a enfermar

Col. 3:5-7 debemos hacer morir todo lo que hace que un cristiano peque
Col. 3:10 la nueva naturaleza necesita renovarse continuamente y esta renovación durará toda la vida del creyente, esta renovación es como tomar vitaminas, y comer sano, y hacer deporte, todo esto es: la lectura diaria, la oración, el servicio, el ayuno, etc.
CONCLUSIÓN: Aunque la lucha contra el pecado es constante, ya no estamos bajo el control del pecado (Romanos 6:6). El creyente es verdaderamente una "nueva criatura" en Cristo (2 Corintios 5:17), y es Cristo quien finalmente nos "rescatará de este cuerpo de muerte. Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro" (Romanos 7:24-25). ¿Quieres ser victorioso en tu vida cristiana?, obedece al espíritu, y has morir aquello que te que aleja de Dios


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